JOSÉ ANTONIO ABREU: visionario de intelecto excepcional
El sábado 24 de marzo del 2018, luego de estar varios
meses con fuertes quebrantos de salud, falleció próximo a cumplir 79 años,
convirtiéndose en un forjador que trazó el futuro a través del arte. Venezuela
perdía a un gran visionario…
Elvins Humberto González
Elvins2020@hotmail.com
Valera su tierra natal, el
estado Trujillo, Venezuela y el mundo de la música, la cultura y el arte,
perdieron el día sábado 24-M-18 a un gran hombre, excelente músico y sobre todo
a un extraordinario ser humano. La ciudad de Valera, tierra de Mercedes Díaz y
protegida por sus Siete Colinas pierde a otro de sus hijos universales como lo
fueron, Adriano González León, Chino Valera Mora y la Doña Ana Enriqueta Terán,
ellos le dieron ese ribete de Universal a esta tierra adorada y bendecida por
Dios.
José Antonio Abreu, fue
artista que paseado su talento por todo el mundo, recibido elogios de propios y
extraños por la labor cumplida a través de las Orquestas Infantiles y Juveniles
de Venezuela.
El 7 de mayo de 1939, en
una neblinosa y silenciosa Valera, cuando las colinas estaban totalmente
cubiertas de verdor, nacía este trujillano que años después se convirtió en el
pionero de un boom musical que ha dado a conocer a Venezuela en todo el globo
terráqueo. Sin duda alguna, la excelencia musical propiciada por Abreu comparte
con el petróleo las señas de identidad de Venezuela en el exterior. Ahora
cuando alguien habla de Venezuela en cualquier latitud, el tema musical está
asociado a nuestra forma de ser, a la personalidad de esta nación suramericana,
gracias a la tesonera labor del MAESTRO José Antonio Abreu.
Monte Carmelo, clave en su
formación
Aunque naciera en Valera,
su infancia se desarrolló en Monte Carmelo, el pueblo natal de su mamá. Allí
está la casa solariega de su familia, los Anselmi Garbatti… y muchos recuerdos
de aquellos primeros siete años de su vida. Abreu viene de una familia de
inmigrantes italianos. Su abuela materna tuvo mucha influencia en su inclinación
por la música. Duilia Garbatti, de un alma musical y su abuelo Antonio Anselmi
Berti era excelente músico. En el barco que los trajo a Venezuela,
transportaron instrumentos para una banda, para hacer música con la que se
acompañaban las procesiones, las fiestas y ceremonias populares, según reseña
su autobiografía. Esos instrumentos los repartieron y se formó una banda de
cuarenta y seis muchachos del pueblo, que él dirigía y que aún hoy día es la
Banda de Monte Carmelo. Era una orquesta juvenil pero sin instrumentos de
arcos. Su abuelo hizo giras con esa banda durante muchos años por todos los
pueblos de los Andes.
Primer contacto con el
arte
- El maestro Abreu era un niño de siete años y vivía con sus padres y hermanos en Barquisimeto. A uno de sus hermanos le dio tosferina y mientras pasaba la cuarentena, su mamá lo llevó a la casa de sus padres. Lo primero que le impresionó fue ver que en el patio trasero de la casa había un escenario de tablas el cual su abuelo Tonino levantó para representar las obras de Shakespeare y de los clásicos castellanos.
- Fue su primer contacto con el arte, con la música en un pueblo de agricultores, pero un pueblo de alta cultura. La iglesia Nuestra Señora del Carmen, tuvo párrocos ilustres que venían del Seminario de Mérida, uno de ellos fue Monseñor Quintero. En el Seminario de Mérida se estudiaba el canto gregoriano, y el organista de esa pequeña iglesia de Monte Carmelo se formó en Mérida. Con ese maestro de capilla y en ese pueblo, José Antonio Abreu empezó a amar la música y el canto litúrgico. Ese episodio a los siete años de edad en Monte Carmelo y la convivencia con su abuela, estimularon muchas cosas, seguramente en varios sentidos.
Amor por el estudio
Pasaban muchas horas
juntos, ella cantándole y él memorizando. El amor por el estudio también lo
consiguió de allá y se lo proporcionó su tía Alide, hermana mayor de su mamá,
la cual era la directora de la escuela del pueblo, fue su primera maestra y
gracias a ella aprendió el amor por Venezuela, ya que en esas escuelas rurales
estimulaban muchísimo el conocimiento de la historia de nuestro país. En ese
tiempo, durante todos los años de la primaria, se organizaban veladas
culturales semanales, en las que se le despertaban las vocaciones para la
poesía, la declamación, el canto, la música y el teatro; es decir, que se hacía
un esfuerzo por despertar la sensibilidad artística de los niños y había un
balance entre la enseñanza de la aritmética, del conocimiento racional y la
sensibilidad creadora. Esos años fueron afortunados, fundamentales y decisivos
para el crecimiento del entonces niño José Antonio Abreu.
La Vida Musical
Cuando Abreu salió de
Monte Carmelo, a los siete años de edad, de regreso a su casa de Barquisimeto,
ya tenía inyectada la vida musical, el hábito de la lectura y la pasión por los
montajes de ópera y teatro. Entonces regresó, decidió estudiar música, y su
papá Melpómene Abreu Méndez, y su madre Ailie Anselmi Garbatti, continuaron
estimulando esa vocación. Su papá tocaba muy bien la guitarra y además el
requinto, que era un cuatro con cuerdas metálicas… y su mamá cantaba muy bien.
Vivía en un ambiente musical. Esa fue su gran fortuna.
Icono de la venezolanidad
Considerado uno de los
iconos musicales del país, inició sus estudios en el Conservatorio de
Barquisimeto, donde residió por años que luego continuó en Caracas; allí
recibió clases de los maestros Vicente Emilio Sojo, Moisés Moleiro y Evencio
Castellanos; tras largos años de esfuerzos obtuvo los títulos de Profesor
Ejecutante, Maestro Compositor y Director Musical.
José Antonio Abreu ha sido
modelo para otros países de Latinoamérica, el Caribe, Norteamérica y Europa. Se
hizo merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los
cuales destaca el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008.
Este reconocimiento se
suma a una lista que incluye el Premio TED, el Premio Polar, el Premio Yehudi
Menuhin, el Premio Don Juan de Borbón, varios Honoris Causa de universidades
nacionales e internacionales, el Premio Especial de Cultura de Japón, el Premio
de Cultura Interamericano Gabriela Mistral, entre otros.
La revista estadounidense,
Fortune le ha colocado entre los 50 líderes más grandes del mundo.
El Sistema de Orquestas,
su obra magistral
En su extensa labor
pedagógica, fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (Ossb), e
igualmente la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (1975), pero su gran aporte
fue la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y
Juveniles (Fesnojiv), que es una red de orquestas infantiles, juveniles y coros
que congrega acerca de 500 mil jóvenes músicos en toda Venezuela.
Estos jóvenes y niños han
encontrado en la educación musical un medio para el desarrollo comunitario, la
integración social y la solidaridad, que tiene como su máxima expresión la
Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar.
Este valerano Universal y
criado en Monte Carmelo, es responsable de esa maravillosa realidad.
Actividad publica
En el transcurso de la
década de 1960, específicamente en 1967 recibió el Premio Nacional de Música
Sinfónica por su habilidad como compositor. Durante las décadas de 1960 y 1970
impartió la cátedra de Economía. Fue diputado en el Congreso Nacional y se
desempeñó en los cargos de Ministro de la Cultura, vicepresidente y director
del Consejo Nacional de la Cultura (Conac), posiciones en las cuales dio
impulso a su labor musical.
En 1968 fue electo
diputado, postulado por el Frente Nacional Democrático (FND), partido liderado
por Uslar Pietri. Antes de eso, Abreu trabajó en la Cancillería y en el BCV
durante los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. Su padre, Melpómene
Abreu, llegó a ser gobernador del estado Trujillo durante el último año de
gobierno de Raúl Leoni.
Trazó el futuro a través
del arte
En 2007, Diario de los Andes
al cumplir 29 años al servicio de la comunidad trujillana y nacional, y en
atención a los méritos de este paisano, lo seleccionó como Trujillano del Año a
este artista que se paseó por el orbe, el talento y la creatividad que honran a
esta colectividad.
El sábado 24 de marzo del
2018, luego de estar varios meses con fuertes quebrantos de salud, falleció
próximo a cumplir 79 años, convirtiéndose en un forjador que trazó el futuro a
través del arte. Venezuela perdía a un gran visionario…
UNA FRASE
“No recuerdo un solo instante de mi vida sin la presencia de la música”
José Antonio Abreu, 1978
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